domingo, 16 de septiembre de 2012

The Freshmen experience

Quizás muchos no sepáis lo que significa “Freshmen”, yo tampoco lo sabía. Pero Google me sacó de dudas, y también sembró el miedo dentro de mí. “Novato”, eso es lo que significa. Y, asociado a ese término, las novatadas. Una parada más dentro de estos días de “Orientación” con los que hemos ido dando nuestros primeros pasos en la universidad. Y sí, después de una licenciatura y en mi tercer año de Grado de Magisterio, estaba dentro de la lista de novatos.
 
La imaginación empezó a correr y las piernas a temblar sólo de pensar en qué podía pasarnos. Las indicaciones eran: movie theme, take a toilet roll and some drinks and candies for tutors (temática de películas, llevar un rollo de papel higiénico y bebidas y dulces para los tutores).

Allí nos presentamos, sin disfraz pero con nuestro rollo de papel higiénico dentro del bolso, que aún sigo sin saber para qué servía. En el centro del pueblo, decenas de personas, agrupadas por facultades, esperaban ansiosos sus pruebas o retos. Aunque quizás ansiosa no era el mejor adjetivo para describir cómo me sentía yo…

Los tutores nos fueron guiando a todos hacia un parque y, después de gritar a todo pulmón el rincón del mundo del que procedíamos, nos mandaron colocarnos en un gran círculo desde el que haríamos el brindis de bienvenida. Quisieron hacernos creer que era un vaso de un licor finés, pero no, era un vaso de agua con una gotita de ese licor. Primera novatada.

Después de la primera ración de alcohol, nos separaron por grupos para llevar a cabo una serie de pruebas. La primera, una carrera de relevos llevando un pepino entre las piernas, sin poder utilizar las manos, tampoco para pasar el pepino a tu compañero… Al terminar la carrera, había que comerse el pepino. Sí, a todos nos resultó desagradable.

La segunda prueba consistía en elegir a un miembro del grupo que iría con los ojos vendados, mientras el resto del grupo le indicaba cómo encontrar una botella de vino escondida por una zona del parque. Una vez que encontrada, tenía que llevarla de vuelta al grupo y, entre todos, bebérnosla. Alcohol una vez más.

Las dos pruebas siguientes consistieron en hacer una pirámide humana con todos los miembros del grupo y en disfrazar a uno de nosotros con los pocos materiales que nos ofrecían. Un cúmulo de risas y de primeros contactos con estudiantes finlandeses.

La quinta prueba nos invitaba a más movimiento. Teníamos que conseguir una serie de objetos de una lista, entre los que se encontraban: un soldado, un condón, una estrella, una varita mágica, un animal, un instrumento musical, una anilla de una lata o algún objeto perteneciente a otra asociación. Nos pusimos en marcha y, tirando de originalidad, conseguimos todos los objetos. Pero antes de llegar al final del juego, nos quedaban dos pruebas más.

La penúltima, la más humillante. Típica prueba de campamento. Todos los miembros del grupo, colocados en círculo, tenían que pasarse una cuerda por debajo de la ropa interior en el menor tiempo posible. Prometo que vi cosas que jamás había visto antes, a pesar de estar entre “adultos” y de haber hecho esta prueba como monitora durante muchos años. Vi a gente desnuda, pero integral. Y a chicas en ropa interior sin pudor alguno. Vale, estábamos dentro de un edificio (perteneciente a la universidad y reservado sólo para fiestas), pero lleno de ventanales. Desde el exterior podíamos ver todo lo que estaba pasando dentro. Cierto es que la cantidad de alcohol acumulada en su cuerpo a estas alturas del juego ya era incalculable…

La siguiente prueba fue mucho más divertida. “Three things”, ese era su nombre. Colocados en círculo una vez más, había que lanzar a tu compañero de la izquierda una pregunta sobre tres cosas que le apetecía hacer en ese momento o lo que se te pudiera imaginar. A su vez, tu compañero tenía que responder las tres primeras cosas que se le vinieran a la cabeza y lanzar su pregunta a su compañero de la izquierda. Fue una mezcla entre finés e inglés, e incluso español, porque en momentos de nervios te sale tu lengua materna… Terminamos el juego bailando “La Macarena”, con eso lo digo todo…

Volvimos al centro del pueblo, donde esperaban el resto de grupos y todos los tutores, que ya se habían olvidado hasta de sus nombres y sus funciones por los tipos diferentes y cantidades insospechadas de alcohol que corrían por sus cuerpos.

Terminamos haciendo, por grupos, el juego de las películas y el recuento total de puntos que había acumulado cada grupo. Una vez proclamado el ganador y con el frío, asombro y cansancio almacenado dentro de mí, volví a casa.  

Esta ciudad y este país nunca dejarán de sorprenderme.

4 comentarios:

  1. Pero si tu eres Fresh!! lo tendrias todo controlado, no? jejeje
    al contar todo esto me imagino los tiempos muertos en la calle mientras se explican los juegos con un friiiiiio...jejeje

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    1. Jajajajaja! Pues sí, pasamos bastante frío, la verdad.
      Y lo de ser Fresh, no me dio ninguna ventaja... muy triste, sí!

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  2. Jolines suena genial y super divertido. Yo quiero irme contigo!!!!

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  3. Jajajajaja! Cuando tienes que hacer el ridículo delante de todo el pueblo no es tan divertido... Jajajaja!

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